Valdecarzana es el más claro vestigio de arquitectura gótica de la ciudad. Destacan en él las ventanas geminadas de la primera planta, que se conservan en muy aceptable estado. Es un edificio medieval que, se cree, fue residencia de un rico mercader que utilizaba la planta baja como tienda y almacén de sus productos y la alta como residencia familiar.
La única fachada que se conserva intacta, desde su construcción, es la que da a La Ferrería. Las otras fueron modificadas a través del tiempo y han perdido su sabor original.
Actualmente alberga el Archivo Histórico Municipal, uno de los más importantes Asturias.